7 sept 2008

MARIE ANNE

A mi hija Marie Anne, le puse su nombre en francés debido al apellido de mi marido que es de origen galo. Nació un 8 de Septiembre, y es la razón por la cual le puse ese nombre: María por la Virgen y Ana por su madre, pues siempre he pensado que el día del cumpleaños es un poco también el día de la madre, mal que mal, uno la esperó nueve meses y fue quien la tuvo... ¿No?

Al igual que a Dominique recién nacidita le colgué del cuello con un cordel firme, la medallita de la Virgen de los Rayos, más conocida como Medalla Milagrosa, pues así me siento tranquila que la niña estará siempre protegida bajo el manto de la Virgen, sobre todo que se veía venir que ella sería bastante más saltimbanquis que su hermana, tranquila casi como una foto.

Siempre ha sido súper inquieta, desde antes de nacer, si no existieran las ecografías habría estado convencida que eran mellizos por como pateaba... pero sabía que había un solo bebé así es que pensé que era varón. Tanto se movía, que pocos días antes del parto, se volteó y quedó en posición podálica (sentada) y aunque hice hasta los ejercicios más incre-íbles para ver si se volteaba, permaneció así, por lo que mi ginecólogo no quiso arriesgarse y me practicó una operación cesárea.

Cuando tenía nueve meses, un día en que me había fallado la nana, mientras bañaba a mi hija mayor, Dominique, sentí un grito de Marie Anne que se encontraba perfectamente segura en su cuna protegida por barrotes. Yo me encontraba ocupada bañando a Dominique, con la cual siempre me tardaba un buen rato en lavarle el pelo pues en esa época tenía el pelo sumamente seco por lo que yo en esa oportunidad, le estaba lavando el cabello con un shampoo especial y una crema con la cual había que hacer un masaje de a lo menos cinco minutos (por eso sé cuanto tiempo me tardé).
Hice caso omiso del grito de la guagua, ya que yo la creía bien resguardada de cualquier peligro, además siempre trataba de llamar la atención con gritos y cosas similares. Cuando estaba secando a Dominique sonó el teléfono, era mi hermana a quien le corté pronto pues tenía a Dominique desnuda en el baño, y al regresar pasé por la pieza de las niñitas para ver a la guagua que hacía mucho rato que no la sentía para ver si se había quedado dormida, taparla.

Se me heló la sangre en las venas en cuanto me asomé al dormitorio de mis hijas con el cuadro que presencié: se había soltado de un lado la baranda de protección de la cuna y mi hija estaba colgando por el cuello atrapada entre el somier de madera y la baranda, la niña se veía consciente pero tenía una cara de angustia que jamás olvidaré. Mi corazón de madre me dijo que nada le había sucedido, pero cuando quise liberarla de ésta trampa, no podía sacarla...no puedo describir en palabras la angustia que sentí al darme cuenta que Marie Anne tenía la garganta tan apretada (el cuello aplanado), que no me podía explicar que ni siquiera estuviera cianótica, sí me llamó la atención, cuando por fin logré liberarla, que estaba en un estado catatónico, lloraba despacito... yo la tenía abrazada, tardó en volver al estado normal. Con ella en brazos la llevé conmigo a mi dormitorio para constatar que estaba bien y al pasar frente a la imagen de la Virgen que tengo en mi cómoda cuando la miré, me vino un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo, seguido por una congoja... caí involuntariamente de rodillas y lloré mucho pero tampoco fue voluntario, fue algo inexplicable… ahí comprendí que mi hijita había estado bajo la protección milagrosa, de la Santísima Madre, estuve de rodillas ante la imagen y retomé la realidad cuando llegó Dominique desnuda preocupada por mi llanto, la abracé y rezamos junta por la hermanita dando las gracias por la vida de mi niña. Una vez que terminé de vestir a mi otra hija, llamé a mi mamá para contarle lo sucedido y pedirle a mi vez que por favor fuera a misa en la tarde ya que yo no podía salir con las dos niñitas, para dar gracias a Dios y a María Santísima. La pillé justo cuando iba saliendo a misa, pero lo increíble fue cuando a las dos horas me llama de vuelta y me dice:
- Patricia, ¿Sabes qué día es hoy?
- Si, creo que es 6 o 7 de Junio...
- ¿Sabes? Hoy antes de comenzar la misa, monseñor dijo: "Hoy es un día muy especial pues celebramos El Corazón Inmaculado de María"
- No te puedo creer...
- Y en cuanto lo dijo, sentí una emoción muy grande y sentí una congoja... que me he puesto a llorar... ha sido la santísima Virgen a través de su Corazón Inmaculado que protegió a Marie Anne...
Que increíble, pensar que desde hace varios años mi mamá ha estado siempre ligada al Corazón Inmaculado de María, primero a través del Escapulario verde y luego fue ella quien le hizo el corazón a la imagen grande de Nuestra Madre que hay en el Santuario de Peñablanca. Por otro lado, yo también divulgo y ayudo a confeccionar escapularios verdes y los entrego a ministros de la Eucaristía para que les den a los enfermos que les toca visitar en mi parroquia.
Dios quiso que un par de años después de este acontecimiento alguien me contara el drama que conocía le había trocado vivir a una familia a la cual su bebé de siete meses había muerto ahorcado en su propia cuna por este sistema de barandas que se bajan. En menos de cinco minutos que el niño estuvo solo se ahogó, y no pudieron salvarlo. Poco después alguien me contó de otro caso que, afortunadamente, sucedió estando ahí mismo un hermano, que dio la alarma y no hubo consecuencias. Pero estos casos que me contaron me confirman lo milagroso de que Marie Anne haya sobrevivido más de 20 minutos colgando por el cuello.

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